OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (216)

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Cristo resucitado se aparece a los apóstoles
1197
Biblia
Pamplona, España
CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, STROMATA

LIBRO SEXTO

Capítulo XIII: El gnóstico aspira a la perfección

   El gnóstico “se apresura hacia la santa morada”

105.1. Quien ha moderado primeramente sus pasiones, practicando la impasibilidad y creciendo en la caridad de la perfección gnóstica, [ése] (es) “como un ángel” (Lc 20,36) ciertamente ya aquí mismo. Luminoso y brillante como el sol (cf. Mt 13,43) por su acción caritativa, se apresura con la justa gnosis, mediante el amor de Dios, hacia la santa morada, como los apóstoles; y llegaron a ser apóstoles, porque fueron elegidos, no por una característica extraordinaria (o: superior) de su naturaleza, ya que también Judas fue elegido junto con ellos (cf. Mt 10,4), sino que llegaron a ser apóstoles, porque fueron elegidos por el que prevé también el final.

105.2. Así Matías, que no fue elegido juntamente con ellos, mostrándose digno de ser apóstol, será puesto en lugar de Judas (cf. Hch 1,23. 26).

El auténtico presbítero

106.1. Ciertamente, también hoy es posible estar inscrito entre los apóstoles, a los que han practicado los mandamientos del Señor, viviendo perfecta y gnósticamente según el Evangelio (cf. Mt 5,19; Hch 1,1).

106.2. Y es realmente presbítero de la Iglesia y verdadero ministro de la voluntad de Dios el que hace y enseña las cosas del Señor (cf. Mt 5,19); no es elegido por mano humana ni considerado justo por ser presbítero (cf. Hch 14,23), sino que, por ser justo, es elegido por el consejo de los presbíteros. Y aunque aquí sobre la tierra no sea estimado para una el primer lugar (cf. Mt 23,6; Mc 12,39; Lc 11,43; 20,46), se sentará, para juzgar al pueblo, sobre uno de los veinticuatro tronos, como dice Juan en el “Apocalipsis” (cf. Ap 4,4; Mt 19,28; Lc 22,30).

106.3. Porque en realidad uno solo es el testamento salvador que se ha venido hasta nosotros desde el principio del mundo (cf. Ef 1,4), aunque su regalo se haya interpretado según la diversidad de generaciones y de épocas.

106.4. Porque, consecuentemente, es uno solo e inmutable el regalo de la salvación (cf. Rm 11,29) por parte del único Dios, mediante un único Señor, [regalo] que “de muchas maneras” (Hb 1,1) fue provechoso; por cuya causa es suprimido el “muro medianero” (Ef 2,14) que separa al griego del judío en aras de un pueblo elegido.

Quien aspira a la perfección camina tras las huellas de los apóstoles

107.1. Y de esta manera ambos llegan “a la unidad de la fe” (Ef 4,13), y de los dos (resulta) una única elección.

107.2. Y entre los elegidos, dice (el Señor [cf. Mt 19,28; Lc 22,30]), son más selectos los que según la perfecta gnosis han sido considerados como flores de la Iglesia misma, y han sido honrados con la más espléndida gloria; procediendo igualmente de griegos como de judíos, son jueces y administradores (cf. 1 P 4,10), los veinticuatro (cf. Ap 4,4), la gracia por duplicado (cf. Rm 5,15. 20). Además, también en la Iglesia de aquí abajo los grados progresivos de obispos, presbíteros y diáconos, alcanzan -pienso yo- las imitaciones de aquella gloria angélica de la economía [salvífica] de la que hablan las Escrituras, esperando a cuantos han marchado (o: se han mantenido) tras las huellas de los apóstoles, en justa perfección, según el Evangelio.

107.3. El Apóstol escribe que éstos, elevados “en las nubes” (1 Ts 4,17), en primer lugar serán diáconos, luego serán inscritos en el presbiterio, según los grados ascendentes de gloria -puesto que una gloria difiere de otra (cf. 1 Co 15,41)-, y crecerán “hasta el varón perfecto” (Ef 4,13).