OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (120)

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Pentecostés
Hacia 1413
Matteo di Filippo Torelli
Gradual
Florencia (Italia)
CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, STROMATA

LIBRO I

Capítulo XXII: Cronologías (continuación)

   La profecía de Daniel

125.1. Por lo tanto, desde la cautividad del tiempo del profeta Jeremías, que tiene lugar en Babilonia, se ha cumplido lo anunciado por el profeta Daniel, que dice así:

125.2. “Setenta semanas fueron prefijadas sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa para poner fin al pecado, para cancelar pecados y borrar las injusticias, para expiar y traer justicia eterna, y sellar la visión y el profeta, y para ungir al santo de los santos.

125.3. Entiende y comprende que desde la salida de una palabra de respuesta y la edificación a Jerusalén hasta el mandato del ungido habrá siete semanas y sesenta y dos semanas; y se reedificarán una plaza y una muralla, y los tiempos se terminarán (lit.: vaciarán).

125.4. Y después de las sesenta y dos semanas será suprimido un ungido, y no hay juicio para él. Y destruirá la ciudad y el santuario con el príncipe que vendrá. Y serán destruidos en un cataclismo; y hasta el fin de una guerra están decretadas desolaciones.

125.5. Y se afianzará una alianza para muchos durante una semana; y a la mitad de la semana mi sacrificio y libación serán suprimidos; y habrá en el santuario una abominación desoladora, hasta que la ruina decretada por el tiempo venga sobre el devastador.

125.6. Y en medio de la semana acabará el perfume del sacrificio, hasta la destrucción total del pináculo del templo, y habrá una orden de destrucción rápida” (Dn 9,24-27, según la versión de Teodoción).

La realización de la profecía de Daniel

126.1. Ahora bien, es evidente que el templo fue construido en siete semanas. En efecto, está escrito en el [libro] de Esdras (no se encuentra ni en Esdras ni en Nehemías; cf. Esd 3,7-12); y de igual manera existió un rey ungido, que fue príncipe de los judíos, cuando se cumplieron las siete semanas en Jerusalén; y durante las sesenta y dos semanas toda la Judea gozó de paz y no hubo guerras.

126.2. Y Cristo nuestro Señor, santo entre los santos, viniendo y cumpliendo la visión y el profeta, fue ungido en la carne por el Espíritu de su Padre en aquellas sesenta y dos semanas, como dijo el profeta (cf. Dn 9,24 ss.).

126.3. Y en una semana, cuya primero mitad ocupó, reinando, Nerón estableció en la ciudad santa de Jerusalén la abominación; y en la mitad de la semana fue eliminado él, y Otón, Galba y Vitelio; Pero Vespasiano prevaleció y arrasó a Jerusalén y destruyó el templo. Que esto es así, es manifiesto para quien pueda entender, según dijo el profeta.

El fin de la cautividad en Babilonia

127.1. Así, tras once años completos (cf. I,121,1-2), al principio del siguiente, reinando Joaquín, tuvo lugar la cautividad de Babilonia, bajo el rey Nabucodonosor, en el año séptimo de su reinado sobre los asirios; por otra parte, Uafres (o: Vafre) era rey de los egipcios en el segundo año; y Filipo era arconte de los atenienses en el primer año de la Olimpiada cuadragésimo octava (587 a. C.).

127.2. La cautividad duró alrededor de setenta años, hasta el segundo año de Darío, hijo de Histaspes, siendo rey de persas, asirios y egipcios; en su reinado, como ya he dicho con anterioridad (cf. I,122,4), eran profetas Ageo, Zacarías y el Mensajero (= Malaquías), uno de los doce [profetas Menores], siendo sumo sacerdote Jesús, hijo de Josedec (cf. Ag 1,1. 12; Si 49,12).

127.3. En el segundo año del reinado de Darío, que destruye, según Heródoto (cf. Historias, III,79), el poder de los Magos, Zorobabel, hijo de Salatiel, es enviado para levantar y decorar el templo de Jerusalén (cf. Ag 1,1. 12; Si 49,11-12).

Cronología de los pueblos vecinos

128.1. Ahora bien, la cronología de los (reyes) persas se reseña de la siguiente manera: Ciro [reinó] treinta años, Cambises diecinueve, Darío [I] cuarenta y seis, Jerjes veintiséis, Artajerjes cuarenta y uno, Darío [II] ocho, Artajerjes [II] cuarenta y dos, Ocos ocho, Arsés tres.

128.2. [laguna en el texto: Darío III, seis años] La serie de reyes persas suma doscientos treinta y cinco años (la historia dice: 225). Alejandro de Macedonia, una vez aniquilado Darío [III], comienza a reinar en el año mencionado.

128.3. De igual manera, la cronología de los reyes de Macedonia es la siguiente: Alejandro dieciocho años, Ptolomeo, hijo de Lagos, cuarenta años, Ptolomeo Filadelfo veintisiete años, a continuación el Evergetes veinticinco años, luego el Filopátor diecisiete años, después de éste el [rey] Epífanes veinticuatro años.

128.4. A éste le sucede el Filométor, que reina durante treinta y cinco años; a éste [le sucede] Fiscón veintinueve años, a continuación Lathouros treinta y seis años, después el apodado Dioniso veintinueve años.

Los profetas son más antiguos que los primeros sabios griegos

129.1. A continuación de todos [ésos] reinó Cleopatra veintidós años, y después de ella el reino de los hijos de Cleopatra [duró] dieciocho días.

129.2. Así, en total, la cronología de los reyes de Macedonia fue de trescientos doce años y dieciocho días.

129.3. Así, quienes profetizaron en tiempos de Darío, hijo de Histaspes, en el segundo año de su reinado, fueron: Ageo, Zacarías y el Mensajero (= Malaquías; cf. I,1224; 127,2 y 135,4), uno de los doce [profetas Menores], que profetizaron en el año primero de la Olimpiada cuarenta y ocho, y son más antiguos que Pitágoras, que es situado en la Olimpiada sesenta y dos, y también que Tales, el más antiguo de los sabios griegos, quien nació alrededor de la Olimpiada cincuenta.

129.4. Y contemporáneos a Tales fueron los denominados sabios, como afirma Andrón en su “Trípode” (Fragmentos, 3 M), También Pitágoras es anterior a Heráclito, puesto que lo menciona en su libro (cf. Heráclito, Fragmentos, 22 B 40).

Antigüedad de Salomón

130.1. Es por tanto indiscutible que a la época de los antedichos profetas y, juntamente, de los siete llamados “Sabios”, precede la primera Olimpiada (hacia 776 a. C.), que, como está demostrado (cf. I,113,3-4), es posterior a la guerra de Troya en cuatrocientos siete años.

130.2. Es, por tanto, fácil comprender que Salomón, viviendo bajo Menelao, que intervino en lo de Troya, es muchos años anterior a los sabios griegos. Respecto a cuántos años precede Moisés a ése [Salomón], ya lo hemos indicado (cf. I,113).

130.3. Alejandro, de sobrenombre Polístor, en su libro “Sobre los Judíos”, reproduce unas cartas de Salomón a Uafre, rey de Egipto, y al rey de Tiro en Fenicia y las de ellos a Salomón, en las cuales se demuestra que Uafre le había enviado ochenta mil hombres egipcios para la construcción del templo; y el otro (rey le había enviado) otros tantos con un arquitecto tirio, de madre judía, de la tribu de David, por nombre Hiperón, según allí se escribe (cf. Alejandro, Fragmentos, 22 B 40).