INICIACIÓN A LA LECTURA DE LAS OBRAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA (13)
Banquete eucarístico (“fractio panis”)
Primera mitad del siglo III
Catacumba de Priscilla (“Cappella Graeca”)
Roma
Primera mitad del siglo III
Catacumba de Priscilla (“Cappella Graeca”)
Roma
Escritores alejandrinos (fines del s. II - inicios del s. IV)
La ciudad de Alejandría
Alejandría está ubicada en el delta de río Nilo, en una prominencia que separa el lago Maryob del Mar Mediterráneo. La ciudad fue fundada en 332 a. C. por Alejandro el Grande, rey de Macedonia que la planeó como uno de los puertos más finos del mundo antiguo. Un muelle (verdadero rompeolas hecho de piedras grandes) de casi 1.6 kms. de longitud, llamado el Heptastadium (“siete estadios”) se construyó en la isla de Pharos, a su abrigo se edificó un puerto espacioso. Un faro famoso, considerado uno de las Siete Maravillas del Mundo, también se construyó en Pharos. Otro puerto más pequeño estaba abierto al oeste. Un canal unía el lago Maryob con un brazo cercano del Nilo.
La ciudad antigua tenía aproximadamente 6.4 kms. de longitud, y fue trazada según un plano regular, con calles en ángulos rectos y columnatas que adornaban las calles principales. El barrio más magnífico de la ciudad, llamado el Brucheium, se situó en el puerto oriental. Hacia el oeste, en el lugar más distante, estaban el Serapeion, o templo de la deidad egipcia Serapis; el Soma, o mausoleo de Alejandro y los Ptolemeos; el Poseidonium, o templo de Poseidón, dios del mar; el museo; el gran teatro; y el emporium, o mercado. El barrio noroeste estaba ocupado por los Judíos. En Alejandría los Judíos entraron en contacto con la cultura griega, que tan profundamente influyó en el pensamiento religioso tardío de todo el mundo; aquí se efectuó la traducción griega del Antiguo Testamento, llamada la Septuaginta, entre los siglos III-I a. C. Y filósofos posteriores intentaron fusionar las doctrinas cristianas con los ideales de la filosofía griega.
Poco después de su fundación, la población, compuesta principalmente por Griegos, Judíos, y Egipcios, alcanzó los 300.000 ciudadanos libres, excluidos esclavos y extranjeros. Alejandría fue constituida capital de Egipto, numerosos palacios fueron construidos por los Ptolemeos, se fundó la Biblioteca y el Museo de Alejandría, y se establecieron escuelas influyentes de filosofía, retórica, y otras ramas del saber antiguo. A principios del siglo III a. C., la Biblioteca de Alejandría tenía casi 500.000 volúmenes, la colección más grande de libros en el mundo antiguo. Lamentablemente fue destruida en el decurso de los siglos.
Bajo los Ptolemeos, la ciudad se volvió el centro literario y científico del mundo antiguo. Después de la derrota de Cleopatra, reina de Egipto, en Actium en 31 a. C. y su suicidio el año siguiente, la ciudad cayó el poder de Octavio, que después sería el emperador romano Augustus, y fue gobernada por un prefecto impuesto por él. Su posición le hizo el centro de comercio entre el Este y el Oeste, y las flotas de naves de grano navegaron de Alejandría a Italia año tras año. Gradualmente, sin embargo, la ciudad perdió su prosperidad. Una revuelta judía en 116 d. C. provocó la casi total aniquilación de la población judía y la destrucción de una gran porción de la ciudad. En 215 el emperador romano Caracalla ordenó una matanza de los habitantes masculinos de la ciudad entera por razones que permanecen oscuras, pero que estarían indicando un castigo por alguna forma de conducta sediciosa. La fundación de Constantinopla (actual Estambul) eclipsó más aún la metrópoli egipcia. Los musulmanes bajo el General Amr ibn-al-As sitiaron y capturaron Alejandría, y casi la destruyeron en 641. Los musulmanes reafirmaron su mando nuevamente en 646, después de perder la ciudad en 645. Bajo el dominio de los musulmanes la ciudad declinó, particularmente después del levantamiento de El Cairo, alrededor del año 968, y la apertura de la ruta marítima a la India en el siglo XV. Alejandría fue capturada y sometida desde 1798 hasta 1801 por Napoleón I.
En la actualidad Alejandría sigue siendo un puerto importante: más del 80 por ciento de las importaciones y exportaciones pasan a través de él. La población estimada en el año 2003 era de 3.653.098 habitantes. Recientemente (año 2002) se ha “restaurado” la Biblioteca.
La ciudad de Alejandría
Alejandría está ubicada en el delta de río Nilo, en una prominencia que separa el lago Maryob del Mar Mediterráneo. La ciudad fue fundada en 332 a. C. por Alejandro el Grande, rey de Macedonia que la planeó como uno de los puertos más finos del mundo antiguo. Un muelle (verdadero rompeolas hecho de piedras grandes) de casi 1.6 kms. de longitud, llamado el Heptastadium (“siete estadios”) se construyó en la isla de Pharos, a su abrigo se edificó un puerto espacioso. Un faro famoso, considerado uno de las Siete Maravillas del Mundo, también se construyó en Pharos. Otro puerto más pequeño estaba abierto al oeste. Un canal unía el lago Maryob con un brazo cercano del Nilo.
La ciudad antigua tenía aproximadamente 6.4 kms. de longitud, y fue trazada según un plano regular, con calles en ángulos rectos y columnatas que adornaban las calles principales. El barrio más magnífico de la ciudad, llamado el Brucheium, se situó en el puerto oriental. Hacia el oeste, en el lugar más distante, estaban el Serapeion, o templo de la deidad egipcia Serapis; el Soma, o mausoleo de Alejandro y los Ptolemeos; el Poseidonium, o templo de Poseidón, dios del mar; el museo; el gran teatro; y el emporium, o mercado. El barrio noroeste estaba ocupado por los Judíos. En Alejandría los Judíos entraron en contacto con la cultura griega, que tan profundamente influyó en el pensamiento religioso tardío de todo el mundo; aquí se efectuó la traducción griega del Antiguo Testamento, llamada la Septuaginta, entre los siglos III-I a. C. Y filósofos posteriores intentaron fusionar las doctrinas cristianas con los ideales de la filosofía griega.
Poco después de su fundación, la población, compuesta principalmente por Griegos, Judíos, y Egipcios, alcanzó los 300.000 ciudadanos libres, excluidos esclavos y extranjeros. Alejandría fue constituida capital de Egipto, numerosos palacios fueron construidos por los Ptolemeos, se fundó la Biblioteca y el Museo de Alejandría, y se establecieron escuelas influyentes de filosofía, retórica, y otras ramas del saber antiguo. A principios del siglo III a. C., la Biblioteca de Alejandría tenía casi 500.000 volúmenes, la colección más grande de libros en el mundo antiguo. Lamentablemente fue destruida en el decurso de los siglos.
Bajo los Ptolemeos, la ciudad se volvió el centro literario y científico del mundo antiguo. Después de la derrota de Cleopatra, reina de Egipto, en Actium en 31 a. C. y su suicidio el año siguiente, la ciudad cayó el poder de Octavio, que después sería el emperador romano Augustus, y fue gobernada por un prefecto impuesto por él. Su posición le hizo el centro de comercio entre el Este y el Oeste, y las flotas de naves de grano navegaron de Alejandría a Italia año tras año. Gradualmente, sin embargo, la ciudad perdió su prosperidad. Una revuelta judía en 116 d. C. provocó la casi total aniquilación de la población judía y la destrucción de una gran porción de la ciudad. En 215 el emperador romano Caracalla ordenó una matanza de los habitantes masculinos de la ciudad entera por razones que permanecen oscuras, pero que estarían indicando un castigo por alguna forma de conducta sediciosa. La fundación de Constantinopla (actual Estambul) eclipsó más aún la metrópoli egipcia. Los musulmanes bajo el General Amr ibn-al-As sitiaron y capturaron Alejandría, y casi la destruyeron en 641. Los musulmanes reafirmaron su mando nuevamente en 646, después de perder la ciudad en 645. Bajo el dominio de los musulmanes la ciudad declinó, particularmente después del levantamiento de El Cairo, alrededor del año 968, y la apertura de la ruta marítima a la India en el siglo XV. Alejandría fue capturada y sometida desde 1798 hasta 1801 por Napoleón I.
En la actualidad Alejandría sigue siendo un puerto importante: más del 80 por ciento de las importaciones y exportaciones pasan a través de él. La población estimada en el año 2003 era de 3.653.098 habitantes. Recientemente (año 2002) se ha “restaurado” la Biblioteca.
Clemente de Alejandría (+antes del 215)[1]
Nació(2) hacia el 150, y su vida se extendió hasta el 215. Habitualmente se ubica el lugar de su nacimiento en Atenas. Sin embargo, esta noticia es una hipótesis que se basa en la interpretación de un pasaje de Stromata I (1,11), donde Clemente narra sus viajes en busca de los maestros más notables del cristianismo. Sabemos así que inicialmente se hallaba en Grecia, pasando después a Italia meridional, Siria, Palestina y, finalmente, Alejandría. De aquí puede deducirse que Clemente se habría convertido al cristianismo de adulto. En la importante ciudad egipcia encontrará a Panteno, un maestro con quien se va a sentir muy a gusto; también allí asienta su escuela, que debe distinguirse de las escuelas catequéticas de la comunidad cristiana. Clemente le dará gran importancia a la reflexión sobre la fe con la ayuda de las ciencias de su tiempo (una prueba de esto la encontramos, por ejemplo, en los muchos textos preciosos de la Stromata I sobre la utilidad de la filosofía griega para preparar a la fe).
No se sabe si Clemente fue realmente presbítero, a pesar de un texto del Pedagogo (I,37,3) y del título de honor que le da su amigo Alejandro (presbyter: Eusebio, HE VI,11,6).
Al iniciarse la persecución de Septimio Severo (202/203) abandona Alejandría, y se refugia junto a su amigo el obispo Alejandro, quien por aquel entonces se hallaba al frente de una comunidad cristiana en Capadocia. Algunos años más tarde Alejandro pasará a ocupar la cátedra de Jerusalén, y desde allí le escribirá a Orígenes, en el 215/216, indicándole que Panteno y Clemente ya habían muerto. Este último, por tanto, debe haber fallecido en ese período (ver HE VI,14,8-9).
Obras de Clemente
a) Protréptico (o Exhortación a los griegos): existe un escrito perdido de Aristóteles con idéntico nombre, que significa “exhortación”. En este caso, se trata de un discurso que tiene por finalidad exhortar a la conversión al cristianismo como forma de vida, al igual que Aristóteles exhortaba a convertirse a la filosofía. Se relaciona, por su finalidad, con las primeras apologías cristianas. Pero con la diferencia de que Clemente ya no busca defender o justificar el cristianismo, sino más bien entusiasmar a sus lectores a abrazar la verdadera filosofía: la religión cristiana.
b) Paedagogus: es un manual para consolidar, acrecentar y profundizar la fe incipiente; en tal sentido es como una continuación del texto anterior. El Logos deviene maestro (pedagogo) para enseñarles a los convertidos la forma de dirigir como deben su propia vida. Es una obra en la que se advierte una fuerte influencia del estoicismo, pero igualmente ofrece una teoría cristiana de la vida muy aceptable.
c) Stromateis (o Tapices): es una obra compuesta para ilustrar la actividad de la escuela; la palabra del título designa un género literario frecuente en la época: con él se aludía a una obra en la que se discutían problemas diversos sin obligación de observar un orden riguroso. Clemente debe haberla compuesto como un manual de uso privado para la exposición del trabajo pedagógico.
d) Excerpta ex Theodoto (un valentiniano) y Eclogae propheticae (especulación protocristiana del período sub-apostólico sobre los primeros capítulos del Génesis y los Profetas): ambas obras son una antología de citas de autores gnósticos
e) Quis dives salvetur? (“¿Qué rico se salvará?”): es una homilía sobre Mc 10,17-31, destinada a aclarar una duda sobre la interpretación literal de este texto y el mandamiento del Señor sobre los ricos. Esta homilía muestra muy bien hasta dónde llega la exigencia de un Evangelio auténticamente vivido.
[1] Cf. la catequesis del papa Benito XVI dedicada a Clemente en: http://www.fluvium.org/textos/lectura/lectura1276.htm; o también: http://www.mercaba.org/Benedicto%2016/AUDIEN/2007/04-18_clemente_de_alejandria.htm
[2] Cf. M. Mees, art. Clemente di Alessandria: DPAC 1 (1983) 706-712 (bibliografía).
Nació(2) hacia el 150, y su vida se extendió hasta el 215. Habitualmente se ubica el lugar de su nacimiento en Atenas. Sin embargo, esta noticia es una hipótesis que se basa en la interpretación de un pasaje de Stromata I (1,11), donde Clemente narra sus viajes en busca de los maestros más notables del cristianismo. Sabemos así que inicialmente se hallaba en Grecia, pasando después a Italia meridional, Siria, Palestina y, finalmente, Alejandría. De aquí puede deducirse que Clemente se habría convertido al cristianismo de adulto. En la importante ciudad egipcia encontrará a Panteno, un maestro con quien se va a sentir muy a gusto; también allí asienta su escuela, que debe distinguirse de las escuelas catequéticas de la comunidad cristiana. Clemente le dará gran importancia a la reflexión sobre la fe con la ayuda de las ciencias de su tiempo (una prueba de esto la encontramos, por ejemplo, en los muchos textos preciosos de la Stromata I sobre la utilidad de la filosofía griega para preparar a la fe).
No se sabe si Clemente fue realmente presbítero, a pesar de un texto del Pedagogo (I,37,3) y del título de honor que le da su amigo Alejandro (presbyter: Eusebio, HE VI,11,6).
Al iniciarse la persecución de Septimio Severo (202/203) abandona Alejandría, y se refugia junto a su amigo el obispo Alejandro, quien por aquel entonces se hallaba al frente de una comunidad cristiana en Capadocia. Algunos años más tarde Alejandro pasará a ocupar la cátedra de Jerusalén, y desde allí le escribirá a Orígenes, en el 215/216, indicándole que Panteno y Clemente ya habían muerto. Este último, por tanto, debe haber fallecido en ese período (ver HE VI,14,8-9).
Obras de Clemente
a) Protréptico (o Exhortación a los griegos): existe un escrito perdido de Aristóteles con idéntico nombre, que significa “exhortación”. En este caso, se trata de un discurso que tiene por finalidad exhortar a la conversión al cristianismo como forma de vida, al igual que Aristóteles exhortaba a convertirse a la filosofía. Se relaciona, por su finalidad, con las primeras apologías cristianas. Pero con la diferencia de que Clemente ya no busca defender o justificar el cristianismo, sino más bien entusiasmar a sus lectores a abrazar la verdadera filosofía: la religión cristiana.
b) Paedagogus: es un manual para consolidar, acrecentar y profundizar la fe incipiente; en tal sentido es como una continuación del texto anterior. El Logos deviene maestro (pedagogo) para enseñarles a los convertidos la forma de dirigir como deben su propia vida. Es una obra en la que se advierte una fuerte influencia del estoicismo, pero igualmente ofrece una teoría cristiana de la vida muy aceptable.
c) Stromateis (o Tapices): es una obra compuesta para ilustrar la actividad de la escuela; la palabra del título designa un género literario frecuente en la época: con él se aludía a una obra en la que se discutían problemas diversos sin obligación de observar un orden riguroso. Clemente debe haberla compuesto como un manual de uso privado para la exposición del trabajo pedagógico.
d) Excerpta ex Theodoto (un valentiniano) y Eclogae propheticae (especulación protocristiana del período sub-apostólico sobre los primeros capítulos del Génesis y los Profetas): ambas obras son una antología de citas de autores gnósticos
e) Quis dives salvetur? (“¿Qué rico se salvará?”): es una homilía sobre Mc 10,17-31, destinada a aclarar una duda sobre la interpretación literal de este texto y el mandamiento del Señor sobre los ricos. Esta homilía muestra muy bien hasta dónde llega la exigencia de un Evangelio auténticamente vivido.
[1] Cf. la catequesis del papa Benito XVI dedicada a Clemente en: http://www.fluvium.org/textos/lectura/lectura1276.htm; o también: http://www.mercaba.org/Benedicto%2016/AUDIEN/2007/04-18_clemente_de_alejandria.htm
[2] Cf. M. Mees, art. Clemente di Alessandria: DPAC 1 (1983) 706-712 (bibliografía).